El martes 30 de abril, nuestra generación 2024 participó en una liturgia significativa. Durante la celebración, se invitó a los estudiantes a reconocer su potencial y responsabilidad como “sal de la tierra y luz del mundo”. Esta exhortación les anima a buscar constantemente formas de vivir estos valores en su vida diaria, tanto dentro como fuera del aula.
Al poner en práctica estos principios contribuimos a hacer de nuestro colegio un lugar mejor para todos. Este mensaje nos inspira a ser verdaderos agentes de cambio y a dejar una huella positiva en nuestro entorno.