El martes 13 de mayo, los niños y niñas de Preescolar vivieron una emotiva liturgia en la Iglesia bajo el lema “No dejar apagar la llama” . A través de cantos, símbolos y palabras sencillas, recordaron que cada uno lleva en su corazón una luz especial: el amor de Dios.
Inspirados por el testimonio de Santa Juana de Lestonnac, reflexionaron sobre cómo mantener viva esa llama con gestos de cariño, amabilidad y alegría. Como signo, cada estudiante recibió una pequeña “llama” para llevar consigo el compromiso de ser luz en su colegio, familia y comunidad.