Reunidos en la Iglesia del colegio, y acompañados por sus profesores, los cursos reflexionaron en torno al Evangelio que nos invita a ser luz en el mundo, reconociendo los dones que Dios ha puesto en cada uno.
En un gesto simbólico, se presentaron banderas de países donde la Compañía de María está presente, recordando que somos parte de una gran familia internacional unida por la fe y el compromiso con la educación.
Durante la celebración, se compartieron oraciones por la Iglesia, por nuestra comunidad educativa y por todos los niños y jóvenes del mundo. Como signo final, los profesores jefes recibieron una vela encendida, símbolo del llamado a cuidar y mantener viva la llama de la fe, la esperanza y el amor .
Una hermosa instancia para renovar el espíritu, al estilo de Santa Juana, y asumir con alegría nuestra misión de ser luz allí donde estamos.