La celebración, guiada por el lema del año “En Compañía de María, peregrinamos con esperanza”, reunió a familias, educadores y estudiantes para acompañar a los niños y niñas que recibieron por primera vez el Cuerpo y la Sangre de Cristo.
La liturgia incluyó procesión de entrada, lecturas proclamadas por los propios estudiantes, oraciones comunitarias y una consagración especial a la Virgen María, en este inicio del Mes de María.
La ceremonia culminó con la bendición final, la fotografía oficial junto al sacerdote y sus profesoras, y el reencuentro de los estudiantes con sus familias en el patio central, dando cierre a un día que quedará grabado en la memoria de toda la comunidad.




